CABO DE GATA - CON "Ñ" DE ESPAÑA -

UN DESIERTO DE PELICULA EN EL MEDITERRANEO   Durante esta pandemia, no dejes de viajar. Sigue con tu vida. No podemos salir al extranjero, p...

sábado, 5 de junio de 2010

VIETNAM Y CAMBOYA (2ª parte)

“LA CAPITAL PHNOM PENH, ESTA EMERGIENDO DE SUS CENIZAS CUAL AVE FENIX”


A la llegada a Phnom Penh, nos encontraremos a más de 100 taxistas esperando nuestra llegada. De entre los tuk tuks, los taxis, las motos y las bicis que se amontonarán, saldrán cientos de camboyanos que nos atosigarán y perseguirán sin miramientos ni piedad.
Phnom Penh todavía está emergiendo de sus cenizas. Sin duda, tardará unos cuantos años en convertirse en lo que podría haber sido de no ser por una guerra civil, la locura de Pol Pot, de los americanos y de los vietnamitas, hasta llegar a finales de los noventa.
70 años de guerra en guerra durante un siglo es para meter a la población entera en un psiquiátrico colectivo.
Phnom Penh, ciudad donde confluyen tres ríos, ha sido bañada de sangre durante tres décadas y prácticamente la mayoría de las visitas que se pueden hacer se relacionan con la sangrienta historia de este país. Los Killing Fields, la prisión de Tuol Slang donde más de 17.000 personas fueron torturadas y exterminadas bajo la locura de los Khmer Rojos. Al menos ellos no olvidan la historia y tampoco la dejan aparcada a un lado, pero las cosas de palacio camboyano van despacio y todavía no existe fecha para el juicio de estos asesinos.
Lugar de paso, Phnom Penh nos servirá para preparar nuestra visita a los Templos de Angkor.

DE TAPAS POR PHNOM PENH: UNA FORMA CURIOSA DE CONOCER LA CIUDAD


¿Te apetece una suculenta tapa de grillos, arañas, gusanos de seda y murciélagos a la fritanga? Estas delicatessen no son precisamente la última moda en noveau cuisine con salsa de rúcula a la vinagreta. Se trata más bien del snack nacional favorito de Camboya. Es sorprendente el elevado número de expatriados camboyanos que se mandan cajas de grillos fritos a Francia, Estados Unidos o Alemania para seguir así disfrutando en la distancia de su plato predilecto.
Así como las bolsas de pipas circulan por las calles de España con total impunidad, en Camboya la gente pica por las calles una buena bolsa de grillos fritos. Lo bueno de este típico pica-pica es que no deja cáscara por el suelo, todo va del paladar a la panza en un delicioso recorrido gustativo.
Por la noche se puede ver a los nativos andando por los campos más minados del planeta con un somier y una linterna estilo minero en la frente. Con la luz atraen a los cantarines grillos que para su desgracia terminan en las redes de ese somier-trampa.

LA CIUDAD PERDIDA DE ANGKOR, UNA MARAVILLA ENCONTRADA


Es sorprende que este enorme complejo de templos perdidos en la selva populares y populistas que solo se dejan llevar por el falso orgullo patriótico y el verdadero económico.
Estas selecciones las deberían realizar expertos profesionales que realmente saben calcular el valor de nuestro patrimonio histórico.
Los templos de Angkor Wat, Bayon, Ta Prohm o Angkor Thom nos desvelan la misteriosa historia de la cultura Khmer, su poder alrededor de todo el sudeste asiático y su posterior pérdida de poder. Los templos fueron literalmente engullidos por la jungla hasta que un buen día un explorador francés pasó por ahí y quedó alucinado.

EXTASIS EN LA SELVA


En el año 1860 Henri Mouhot, un naturalista francés que se encontraba en la selva camboyana, descubrió por casualidad la legendaria capital del imperio jemer, Angkor. Durante todo este largo tiempo la ciudad estuvo completamente olvidada. Sin embargo, hay que tener muy en cuenta que nos encontramos ante uno de los mayores y más hermosos monumentos religiosos jamás construidos. Y Angkor no es sólo un templo. Esta inmensa extensión de jungla de más de 400 km2 atesora un centenar de imponentes construcciones, magníficos ejemplos de instalaciones hidráulicas y cientos de esculturas y bajorrelieves que muestran cómo era la vida de sus habitantes entre los siglos IX y XV.
Inexplicablemente, poco después se inició un irrefrenable proceso de decadencia que concluyó con la desaparición en el siglo XIV de la civilización de Angkor.

ANGKOR THOM REPRESENTA LA GRANDEZA


El sendero que atraviesa la jungla hasta la entrada de Angkor Thom provoca una cierta sensación de aturdimiento. De pronto, la antigua ciudad te da la bienvenida: dos amenazadoras cabezas de cobra de piedra, las naga, se yerguen a ambos lados del puente que pasa por encima de un foso y los cuerpos de estas cobras se extienden por toda la longitud del puente y están firmemente abrazados por una hilera de 54 dioses, a uno de los lados, y 54 demonios al otro.
El camino prosigue entre una espesa vegetación. De vez en cuando nos cruzaremos con camboyanos montados en sus bicicletas o monjes vestidos con sus clásicas túnicas de color naranja pero la meta es el Bayon, el templo-montaña edificado en el centro de la ciudad. Es un delirio de piedra al que el tiempo añade fuerza y prestigio.
En el Bayon, a la sombra de torres que sostienen gigantescas figuras de sonrisa inmutable, se pueden observar escenas de la vida de antaño.

ANGKOR WAT es el mayor monumento representativo del mundo Jemer.


Fue erigido por Suryavarman II en el siglo XII y está dedicado a Visnú, dios hindú de la Creación y Destrucción. Está formado por una pirámide rectangular de tres pisos, rodeada de un muro y un foso.
Su perfección en el diseño, proporciones, relieves y esculturas, lo convierten en uno de los monumentos más hermosos del mundo. Sin embargo, posiblemente no hay en el universo una construcción tan maltratada. Desde el abandono de la ciudad en 1432, Angkor fue literalmente tragada por la selva. Además, los morterazos de la guerra, la enfermedad de la piedra y los excrementos de los murciélagos han ido mortificándola.
El atardecer es el mejor momento para visitarlo, cuando las piedras recobran vida con el sol.

OTROS TEMPLOS IMPORTANTES DENTRO DE ANGKOR


Banteay Srei (la Ciudadela de las Mujeres) es un templo precioso, de gresite rojo y rosa y con preciosas esculturas de jóvenes guerreros. Fue construido en el año 967 y está dedicado a Shiva. Hay que tratar de visitarlo a primera hora de la mañana, porque después se llena de turistas.
Tampoco hay que perderse el Preah Palilay, la belleza de los atardeceres sobre el estanque de Srah Srang; y el Ta Prom, testimonio del estado en que se encontraban la mayoría de los templos antes de su restauración, con las lianas y las raíces de los árboles creciendo sobre las piedras.

SIEM REAP: UNA CIUDAD DESTARTALADA

Ya que nos encontramos aquí, no hay que dejar pasar la oportunidad de visitar Siem Reap. No es una gran ciudad, pero ahí reside su encanto: calles asfaltadas y otras a medio asfaltar, comercios por todas partes, restaurantes de cocina thai o china y un mercado central siempre abarrotado.
Se extiende hasta las orillas del río del mismo nombre, y entre los infinitos campos de arroz que la rodean, su centro mantiene las majestuosas construcciones de estilo colonial francés, ahora convertidas en restaurantes y cafés.
Para conocer un poco la ciudad, lo mejor es caminar de norte a sur por la orilla del río o por Pokambor Avenue. En esta zona descubrirás la verdadera esencia de esta ciudad somnolienta.
La carretera que rodean la ciudad son un hervidero de actividad: pueblos flotantes, pescadores, comercios de frutas y verduras… Es la imagen de la vida en ebullición creada por el agua, el elemento vital.

17 días en estos dos enigmáticos países no serán sufientes para conocer todos sus rincones, pero si nos valdrán para tener una percepción de ellos con una gran intensidad.

Programa de radio "DE VIAJE POR NUNAVUT" en Radio Sport (91,4 FM)
Sábado 05 de junio 2010
Enrique Torres (El viajero impenitente)

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